14/4/08

¿Qué es ASTROLOGIA?

La astrología no es un saber. No es algo que simplemente se estudia y que aporta explicaciones acumulables, datos, elementos y teorías. Por el contrario, la astrología es una percepción. Es percibir la realidad de una cierta manera. A través de ella aprendemos a captar asociaciones, vinculaciones, dentro de lo invisible. Nos hace ver relaciones donde antes, con el modo de percepción habitual, cultural, no veíamos relaciones. Aprender astrología es aprender a estar instalado en la realidad de una manera que es profundamente distinta a nuestra modalidad cultural de instalarnos en la vida.
La astrología está diciendo que como es “afuera” es “adentro” y como es “arriba” es “abajo”. Nos enseña a “ver constelado”: percibir el hilo invisible que une al ser humano con el cielo. Que existen relaciones intrínsecas entre las estrellas y el ser humano… ¿qué relación hay entre un planeta en el Cielo y lo que me pasa a mí en la Tierra? Esta es la nueva mirada que empezamos a trabajar con la astrología: ver cómo están vinculados distintos elementos de la realidad que, a una mirada habitual, aparecen como absolutamente desvinculados, totalmente separados. Esta mirada hará que aparezcan entramados de la realidad que antes no se hacían visibles…

La Carta Natal es el “entramado energético básico” de un individuo. Es la forma que tenía el cielo en el instante de nacimiento. Un mapa del alma. Es la matriz, el esqueleto energético del ser. Lo que con ella hacemos es ver energía a través de símbolos. Nos devuelve al hecho de que somos campos energéticos. Nos habla de conectarnos con la energía que hay en cada momento –en el mundo y en los demás- y de movernos con eso.

Si la astrología existe entonces el modo en que nosotros vemos la realidad cotidianamente es una distorsión: el modo como estamos instalados es separado. Nos sentimos separados de lo que nos ocurre, de los vínculos que tenemos: ésa es la percepción superficial que nos enseñan desde pequeños: “yo estoy acá, el otro está ahí, el Cielo más allá”, y nos condiciona todo lo que viene después. Justamente, la astrología habla de algo esencialmente diferente, al revés: dice que estamos profundamente unidos y que en cada uno de nosotros está la totalidad del Sistema Solar, todos los planetas organizados de cierta manera particular. Somos vibración. Y esa vibración es la que tenía el Sistema Solar en el momento de mi nacimiento.

Así pues, lo que importa es que se pueda relajar la enorme tensión que todos tenemos con la “percepción separativa” y comenzar a entrar en una percepción muy distinta.
El lenguaje astrológico simboliza y comunica la experiencia de que el Universo es una red, una imbricación de elementos profundamente unidos. Es un sistema simbólico organizado de una manera diferente a nuestro lenguaje común (que comunica la experiencia de que el sujeto “está acá” y los predicados “están allá”). La astrología pertenece a la familia de los llamados “lenguajes sagrados”, de la que también forman parte el Tarot, la Cábala, el I-Ching. Son sistemas simbólicos –holográficos- que comunican la experiencia de la unidad. Expresan que en cada parte está el Todo. Por lo tanto, un lenguaje sagrado no puede aprenderse linealmente; sino que tenemos que sensibilizarnos a su resonancia, a todo el misterio que lleva para poder captar el contenido. Hablamos de “algo” que resuena con el infinito…….
Las letras del alfabeto astrológico son: el zodíaco, los planetas, los elementos, los aspectos y las casas. La Astrología nos comunica la experiencia de un Universo viviente, cambiante, en el cual aparece toda una trama de equilibrios y desequilibrios.

Hay cierta manera de ver la astrología como “un saber que dice lo que es” y hace que uno lea una carta natal para decirse a sí mismo o a alguien cómo es su carácter y qué es lo que le va a pasar. Sin embargo, si uno va mucho más profundamente, entonces ve que es un sistema energético que tiene una serie de potencialidades, y que la actualización de las mismas depende de cómo se haya identificado el individuo con su propia energía. Si la niega es de una manera, si está abierto es de otra. En una carta natal –al igual que en un cuerpo- se puede ver que hay una potencialidad que se ha ido distorsionando, porque la conciencia se quedó bloqueada en algunos puntos. La identidad se fijó en algún lugar y desde allí repite “yo soy esto, yo soy esto, yo soy esto…”, pero como me sigo moviendo, empieza a aparecer destino, empiezan a pasar cosas que no puedo resolver….




Por todo lo que venimos exponiendo, está claro que usaremos a la percepción astrológica no como un instrumento de predicción sino como una herramienta para el autoconocimiento. Para que aparezca lo más creativo y lo más vital, cada uno tiene que investigar y descubrir en sí mismo lo que vamos a trabajar en los talleres a lo largo de estos meses. Dejemos pasar esta bella experiencia por todos los sentidos unidos a través de la conciencia. Descubramos una nueva manera de vincularnos y de ayudar. La Astrología no es algo que se pueda demostrar: es una experiencia vital. La Astrología es movimiento y la energía es circular.
Y ESTE VIAJE ES DE NO RETORNO…………………………….


¡¡BIENVENIDOS!!

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